jueves, 18 de febrero de 2010

Y perdiste querido amigo

Y perdiste querido amigo. Ella no está, decidió partir y cambiar todo por unos cuantos sueños de adolescente.
Perdiste y no hay alguien que te consuele, que llore a tu lado, que entienda tu lamento, que sepa lo que sientes. No hay alguien que escuche tus canciones, que llame de mañana y sea cómplice en tus mentiras. Sonidos en el cielo, ésta vez no son buenas noticias. Perdiste querido amigo, no somos uno ésta vez; fuiste tú quien decidió dejar de lado mis consejos y enterrarse vivo contemplándola. No habrá alguien que memorice tus poesías, que entienda cada historia y complazca tus caprichos. Que sea tú frente al espejo y  te haga soñar despierto; que sea tu mundo, tu cielo y tu infierno.

Y perdiste, y eres sólo tú. Con cadenas y candados, con silencio alrededor.

Y perdiste querido amigo, no podrás mirar el mar sin recordarla, porque las historias siempre andan entrelazadas y se repiten, como un círculo maldito. Porque solemos perder, casi consecutivamente. Suelo también escuchar su voz y sentirme tonto, quizás tanto como tú. Pero, ésta vez eres tú quien debe anda peor; porque perdiste querido amigo. Ella eligió, decidió lo más fácil, lo que siempre quiso. Lo que realmente amó y nadie dirá algo al respecto. Nadie se atreverá a comentarlo, porque lo que sucede en la vida no tiene que interesarnos hasta que ésta diga "adiós". Nunca algo importa, a ella no le importo.

Perdiste querido amigo. Duele mirar mi reflejo, duele ser la sombra, duele haber caído. Ésta vez no habrá respuesta.

Sólo suenan letras en mi cabeza.