domingo, 25 de noviembre de 2012

Los imposibles amores posibles

Esta es una historia sobre esos amores que son únicos, que no se repiten y que guardan inocentemente un recuerdo orientado al pecado.
Mi historia empieza mal, por eso no la contaré. Mis mejores amigos siempre son perfectas analogías a mi vida y a ese mundo paralelo oculto entre almohadas y frases con melancolía. Este relato les pertenece.

Estaba a pocos meses de casarme, mi esposa era genial. Como la que muchos desearían, digna para fotografías de calendario en verano, comprensible, nunca celosa y bastante despistada a mis hazañas de Robin Hood en busca del amor perdido. Ella contaba los besos que nos dábamos con rayas verticales en una libreta, guardaba los versos que le escribía entre su ropa para conservar mi alma muy cerca de su cuerpo y mentía todas las noches diciendo que yo era el mejor amante.
En cambio yo, sólo la amaba con mucha ternura y sabía que mi amor por ella debía ser una balada eterna. Pero, siempre hay un amor que no se olvida. Un amor que gusta, que llena y que no es amor. Es solo un placer que uno desea asesinar cada segundo de la vida y al mismo tiempo morir observando sus deliciosos pechos y peinando sus cabellos casi rubios. Ese amor inoportuno puede aparecer en cualquier momento. Respirar a nuestros oidos y nosotros caer sus pies, muchas veces sin tener la voluntad. Porque todos tenemos a alguien que nos saca de la autopista. Alguien que nos convence con un plato de comida, una pintura o un beso de buenas noches a la distancia. Alguien que convierte los saludos en caricias y aunque suene imposible una circunstancia sexual como la que quizas alguna vez nuestros sueños inventaron, se hace real con solo decir su nombre tres veces frente al espejo como la leyenda de "Bloody Mary".
Mi amor verdadero es posible y mi amor imposible también lo es, y a la vez es impensable e inevitable. Hay días que uno sólo sabe decir que no y con ella sólo puedo decir frases positivas, porque la eternidad me obligó siempre a decirlo de esa manera.

Estaba a pocas horas de casarme y ella fue a buscarme, mi amor oculto y escondido. Mi amor que no es amor, sino placer y algo que no guarda relación con el corazón, pero sí con el alma. No pude decir que no, hicimos el amor casi tres veces antes de dar el "sí" y sonriendo dijo que siempre podría ser así. Yo para ella y ella para mí. Porque lo imposible es sólo una circunstancia oscura en un mundo bizarro como el que me acostumbré a vivir con ella. Sus labios rojos siempre estarán en los míos. Su vida insana siempre estará sobre mí y no me importaría perder la mía, porque es posible, mi amor imposible. Siempre lo es. Siempre lo fue y siempre lo será.

Todos tenemos a alguien que jamás podremos resistir, es el pecado hecho carne, el deseo perfecto con nombre y apellido. Así es, está escrito, es imposible borrarlo. Es el estigma que cada uno sabrá diferenciar.

Yo di el sí. Amor imposible, estigma posible.
Por siempre.
* Demons - Fatboy Slim