viernes, 18 de septiembre de 2009

360devuelta

Sabes que siempre fue así, eres la única que reconoce mis mentiras y verdades, mis miedos y temores, mis logros, mi melancolía y mi alegría, mis penas, mis lagrimas -las reales-, mis sueños, mis ganas de vivir y de morir, mi estúpida sonrisa, mis quejas, mis canciones, mis pensamientos, mis días y mis noches, mis travesuras, mis problemas, mis tipos de mirada, mis amores y amoríos, mis fantasías, mis escondites, mis solos de guitarra, mis canciones preferidas, mi disco favorito, mis amores de tarde, mis amores de madrugada, mis ratos de engreido y de engreidor, mis letras, mis poesías, mis libros, mis garabatos, mis estupideces, mis palabras, mis frases, mis lisuras, mis dioses, a ella y a ellas, mi único amor, mis razones, mi fin, mi inicio, mi cielo y mi tierra, mis viajes nocturnos, mis enfermedades, mis manías, mis diferentes posturas, mis miradas, mi universo, mis planetas, mis drogas, mis cambios, mis ratos de locura, mi irreverencia, mis colores, mi mundo, éste y también en el que no existo. Eres tú quien ya no existe.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Me despido

Hoy me despido de ti, te digo adiós o quizás sólo un hasta pronto. No tiene sentido, pero debe ser así; olvidemos todo lo que sucedió. De que me gustaste apenas te vi, de que nos emborrachamos juntos, de que intenté besarte y que finalmente te conseguí. Desde hoy debe sonar a un pasado borroso todo lo vivido a tu lado, todo lo sobrante en mi vida, todas mi noches contigo. Mis mentiras escóndelas entre tus medias y mis canciones elimínalas de tu lista de reproducción. Porque vuelvo a decirlo, no tiene sentido; o al menos, no lo tendrá. Será tan extraño después de hoy. Es probable que algún día me arrepienta, que me sienta un idiota por haberte dejado, por haberte dicho tanto y porque me estaba enamorando.

Hoy me despido de ti, sería bueno hacerlo bailando, coqueteando bajo el sol y mirándonos disimuladamente durante la noche. Porque siempre fue así, yo salía a caminar y nos encontrábamos en cualquier esquina, me llevabas a beber y rogabas que no se lo diga nadie. Yo te lo juraba, te pedía que tú también guardes el secreto. Luego te besaba, sonrojabas; te acariciaba el cabello y mirabas con ojos tristes fijamente mi pupila. Nunca fuimos buenos para palabras pegajosas, es más, creo que siempre las detesté. Hay días que se van y vuelven diferentes. Sólo te pido que no te acerques más, que no me escribas; porque debes creer que todo fue parte de mis tantas fantasías. Ayer soñé contigo, hoy ando despierto. Me suele suceder, nunca recuerdo mis historias de madrugada mientras duermo; mis relatos púrpuras, mis palabras frías, mis poesías sin ti.

No debo decir más; porque hoy, me despido de ti.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Una, es ninguna

Siempre te demorabas en cambiarte. Sabías que debíamos llegar temprano porque tus padres detestan la impuntualidad, porque el tráfico en Lima es insostenible y porque era costumbre olvidar algo por salir apurados de la casa. Pero, no te importó. Demoraste, tuve que prender la radio para no aburrirme.
Siento que contigo las cosas han sido complicadas, me miras de reojo teniendo miedo de acercarte.
Pero, no iba a decir tu nombre otra vez. Seguías frente al espejo secándote las trenzas, pintandote las cejas, acomodándote el sostén. Me aburría tu paciencia, tu poca motivación y que hablaras como tonta. Nuevamente no diría nada, esperaba que los minutos pasen y sea suficiente tarde para que me digas "mejor hacemos el amor y ya no vamos a ningún sitio, ven, quítate la ropa.."
Nunca tuvo sentido, al menos de eso estoy seguro. Me di cuenta que andar haciéndote la guardia era mi peor error, abrí la puerta, prendí el auto y eché marcha. La llamé, le dije que debíamos vernos, que mi esposa era insoportable y que no debí casarme jamás. Hay errores que se pagan, y se pagan mal. Me dijo que vaya, que toque tres veces la puerta. En el camino iba pensando sobre la familia, tu familia; los amigos, mis amigos. Mis sueños contigo y otros en los que tú no estabas. En los días de playa, de sol, de frío. Días de helados con lluvia, días de amor y tristeza, días en los que lloramos habiendo ganado y reímos con la cólera encima. Días que empezaron de noche y terminaron de noche. Pensé en lo que sería tu vida, en lo que ya se había convertido. En tus sueños, en nuestras amanecidas adolescentes y en las palabras que nunca olvidaré. Recordé la canción que no lleva tu nombre, pero que fue para ti. Soy un estúpido, mil veces me lo dije; estacioné el carro al lado del suyo, apagué la radio, fui rápido hacia la puerta de su casa y toqué tres veces. Era el fin. Alguna vez me dijeron: "Una, es ninguna".