martes, 24 de enero de 2017

Believe

Pasaron muchos años para volverla a ver.
Aquella vez, ella tenía un pañuelo en el cuello y el cabello recortado.
Las cejas pobladas y los labios rojos.
La reconocí por su sonrisa y evité su mirada.
Por suerte vi tenía los audífonos puestos, como siempre. Probablemente escuchando reggae a todo volumen.
Recuerdo lo mucho que aprendí sobre ese género a su lado.
Ella caminaba, apurada. Como quien quiere ganarle al reloj. Y pensar que fui yo quien siempre quería correr más rápido que la vida.

Los años no pasan en vano. Las canas se asomaron pronto en mi cabeza. En la suya aún quedaban algunos cabellos de colores.
Dejé que se aleje y una vez más me detuve.
Quizás mi gran error fue no creer. Nunca he creído en algo. Incluso no estoy seguro si alguna vez me tuve fe.
Sus pasos quedaron grabados en la vereda, húmeda por la lluvia de invierno.
Sonreí mirando al cielo y recordando nuestra historia.
Aunque la canción termine, siempre es bueno repetirla mil veces, sobre todo cuando fue la mejor de todo el disco.