domingo, 6 de septiembre de 2009

Me despido

Hoy me despido de ti, te digo adiós o quizás sólo un hasta pronto. No tiene sentido, pero debe ser así; olvidemos todo lo que sucedió. De que me gustaste apenas te vi, de que nos emborrachamos juntos, de que intenté besarte y que finalmente te conseguí. Desde hoy debe sonar a un pasado borroso todo lo vivido a tu lado, todo lo sobrante en mi vida, todas mi noches contigo. Mis mentiras escóndelas entre tus medias y mis canciones elimínalas de tu lista de reproducción. Porque vuelvo a decirlo, no tiene sentido; o al menos, no lo tendrá. Será tan extraño después de hoy. Es probable que algún día me arrepienta, que me sienta un idiota por haberte dejado, por haberte dicho tanto y porque me estaba enamorando.

Hoy me despido de ti, sería bueno hacerlo bailando, coqueteando bajo el sol y mirándonos disimuladamente durante la noche. Porque siempre fue así, yo salía a caminar y nos encontrábamos en cualquier esquina, me llevabas a beber y rogabas que no se lo diga nadie. Yo te lo juraba, te pedía que tú también guardes el secreto. Luego te besaba, sonrojabas; te acariciaba el cabello y mirabas con ojos tristes fijamente mi pupila. Nunca fuimos buenos para palabras pegajosas, es más, creo que siempre las detesté. Hay días que se van y vuelven diferentes. Sólo te pido que no te acerques más, que no me escribas; porque debes creer que todo fue parte de mis tantas fantasías. Ayer soñé contigo, hoy ando despierto. Me suele suceder, nunca recuerdo mis historias de madrugada mientras duermo; mis relatos púrpuras, mis palabras frías, mis poesías sin ti.

No debo decir más; porque hoy, me despido de ti.