sábado, 7 de noviembre de 2009

Cuaderno morado (III)

Ella es vida,
la vida es todo.
Sin ella no hay nada, ni vida, ni todo.

Ella es sangre,
la sangre es amor.
Sin ella no hay nada, ni sangre, ni amor.

Ya no pregunta por mí, ya no pregunto por ella;
pude robar una sonrisa aquel día,
pero todo tiene que acabar.
Se fue ella, quedé yo.
El todo desapareció y la vida ahora es sangre,
sin ella no hay amor; es mejor estar despierto.

Lima, 15 de Marzo, 2004